El ajenjo destaca por sus propiedades coleréticas, antihelmínticas, analgésicas, antibacterianas y vermífugas. Los usos más comunes de la planta de ajenjo gracias a los beneficios que aporta son para tratar las siguientes dolencias:
Problemas digestivos y malestares estomacales. La infusión de esta planta puede ser de gran ayuda para contrarrestar todo tipo de complicaciones del aparato digestivo e intestinal. Es buena para tratar malestares como los gases, el ardor o escozor de estómago, la acidez gástrica y la hinchazón de la barriga.
Parásitos intestinales. A su vez, gracias a las propiedades antibacterianas, antihelmínticas y vermífugas de la planta, funciona muy bien para eliminar los parásitos del tubo digestivo y el intestino. Si estos, además, nos provocan dolores de estómago, la acción analgésica de la planta ayudará más que otros medicamentos antiparasitarios.
Problemas del hígado y la vesícula biliar. El ajenjo y su acción colerética ayudan en la secreción de jugos biliares, y de esta manera se beneficia la salud del hígado y la bilis, normaliza su correcto funcionamiento y mejorando los malestares en ambos órganos.
Mal aliento. La halitosis o mal aliento se origina por la presencia de bacterias que se juntan en la zona de la boca, así como a problemas estomacales severos. El ajenjo gracias a la combinación de propiedades es muy eficaz para combatir el mal aliento provocado por bacterias.
Modo de empleo:
Se recomienda para infusión: Poner 1 cucharadita de planta por taza. Añadir agua hirviendo, dejar reposar 5-10 minutos y filtrar.
Precauciones:
No aconsejada durante el embarazo y la lactancia.
No aconsejada en niños.
No recomendada si se tiene hipertensión o está tomando medicamentos para el corazón.
El ajenjo es una planta con propiedades curativas tan potentes quedebemos consumirlo sin excedernos y durante periodos limitados.