Se caracteriza por la aparición de placas eritematosas, cubiertas de grandes escamas color plateado. Puede afectar a cualquier parte de la piel, y es frecuente en codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen y espalda.
Existen diversos factores que pueden desencadenar psoriasis, como por ejemplo, traumatismos, infecciones, ciertos fármacos, estrés emocional, climas fríos, etc. La enfermedad no es hereditaria, pero hay una predisposición genética para padecerla, y un tercio de los afectados tiene familiares directos con psoriasis.
En la psoriasis hay un desajuste del sistema inmune: los linfocitos T se activan indebidamente con una proliferación y dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que se manifiesta en el color rojo de las lesiones. También desencadenan una proliferación de las células de la epidermis (queratinocitos). Normalmente el proceso de regeneración celular en una persona normal de la epidermis es de 30 días, pero en las personas con psoriasis dura aproximadamente 4 días, lo que genera la acumulación de células y se manifiesta en forma de placas de escamas blanquecinas y descamación exagerada.
La alimentación parece ser fundamental en la prevención y el tratamiento de la psoriasis. Parece ser que la ingestión de alimentos con toxinas o la propia oxidación del organismo son responsables de un desequilibrio orgánico que se manifiesta en el estado de salud general, a través de la salud de la piel. Por lo que es importante adoptar unas pautas dietéticas, ya que es vital el aporte de una serie de alimentos:
Consumir alimentos pre y probióticos, las bacterias que los componen son lactobacilos y bifidobacterias. Sirven para mantener la salud y el equilibrio microbiológico entre las bacterias de las mucosas del tracto digestivo. Diversos factores como: estrés, mala alimentación, antibióticos, estreñimiento, conservantes, aditivos, colorantes, etc., desencadenan un desequilibrio en la flora bacteriana del intestino que intoxican la sangre, debilitan los órganos y bajan las defensas. Ingerir yogurt y kéfir a diario o una suplementación de Probiotic Multiflora nos ayudará también.
Imprescindible el aumento del consumo de agua e infusiones, para detoxificar y limpiar el cuerpo. La tisana Dep deberíamos incluirla en nuestra dieta.
Eliminar alcohol, tabaco, café, chocolates, excitantes, picantes, bollería industrial y refinados. Todos estos productos pueden sobreexcitar la piel.
Las personas que padecen psoriasis normalmente hay una base alergénica o de intolerancia alimenticia frente a algunos alimentos. Es importante observar e intentar detectar alimentos causantes de ello, por lo que tendremos que empezar a eliminar alimentos probables de causar una alergia alimentaria como son la leche de vaca, huevos, carnes rojas, cacahuetes, crustáceos, fresas, sulfitos y aditivos alimentarios.
Es de gran ayuda el aporte de alimentos ricos en bioflavonoides, magnesio y vitamina C: cítricos, ajo, cebolla, bayas, frutas del bosque, cerezas, manzana, pera, uva, mango, avena … Estos alimentos pueden reducir los efectos inflamatorios y síntomas de las alergias cutáneas, aliviando las crisis agudas.
Importante complementar nuestra dieta con alimentos dermoprotectores, fuentes de zinc, betacarotenos, vitamina A y complejo B: zanahorias, calabaza, tomate, albaricoques, cereales integrales (especialmente avena), levadura de cerveza, semillas de calabaza, pipas de girasol, germinados… El complemento de Bronze Natural nos pueden ayudar.
Con todos estos cambios alimenticios, hemos comprobado como la psoriasis remite considerablemente, pero puede ser que no desaparezca. Para que desaparezcan los síntomas (aunque la enfermedad se mantenga latente) puede ser necesario el apoyo de:
LA FITOTERAPIA con plantas relajantes, pasiflora, amapola, lúpulo, valeriana… para mantener nuestro estrés y tensión controlados.
LOS BAÑOS DE AGUA DE MAR Y EL SOL CON MODERACIÓN, el problema es que sólo lo podemos realizar unos meses del año.
LA COSMÉTICA NATURAL Y ECOLÓGICA, es la más beneficiosa y la que mejores resultados ofrece para aliviar los síntomas de la psoriasis. Sus productos están formulados con aceites vegetales ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, además son afines al manto hidrolipídico natural de la piel, por lo que la hidratan y la reparan.
Los extractos de plantas calmantes como la CALÉNDULA, AVENA Y COLA DE CABALLO, y antiinflamatorios como el SAUCE BLANCO, por su contenido en ácido salicílico, ayudan a aliviar la irritación y el picor.
La utilización de champús y geles de baño ricos en ALOE VERA, la aplicación de cremas nutritivas a base de manteca de Karité y la aplicación local de aceites vegetales para nutrir y reparar la piel seca y escamosa aportándole los nutrientes necesarios como el de rosa mosqueta, germen de trigo, neem o comino negro, nos ayudarán a sobrellevar día a día nuestra patología.
Sin embargo, los productos convencionales, con aceites derivados del petróleo, parafinas, parabenes…no son compatibles con la piel, y a menudo son irritantes y agravan el problema, por ello desaconsejamos totalmente su uso.