Es una empresa familiar, Antonio y Rosa Mirás comenzaron en 1998 a comercializar las algas. Los primeros años las procesaban para comercializar en deshidratado y conserva. Actualmente, también se pueden encontrar sus productos en polvo, salazón, fresco. Se distribuyen en todos los puntos de la comunidad española, y en distintos países de los cinco continentes.
Basan el éxito de su empresa en el estudio y la divulgación de las cualidades organolépticas de las algas.
Esta pequeña conservera dedica también espacio y tiempo a la elaboración de otros productos del mar de Galicia: delicadas conservas y otros productos con todo el sabor y la riqueza del Atlántico.