Té Rojo (Pu-erh), originario de la provincia de Yunnan, conocida como "la región de la eterna primavera".
Los chinos cuentan que este proceso de fabricación se descubrió casualmente al tratar de alargar la conservación del té verde. Lo sometieron a una fermentación especial que lo hacía más resistente, y este proceso le añadió nuevas propiedades curativas.
Desde entonces se considera el PU ERH como el té de la salud: actúa sobre las energías que regulan las funciones del cuerpo y los experimentos científicos más recientes indican que debido a su fermentación es un té muy bajo en ácidos tánicos y teína, lo que significa que las personas con estómago delicado lo pueden beber sin problemas. Es uno de los tés más apreciados.
En China se bebe tradicionalmente para:
Reducir grasas
Bajar los niveles de colesterol al activar el metabolismo del hígado.
Contribuye a reforzar el hígado y el bazo.
Desintoxica y depura.
Estimula la secreción de todas las glándulas digestivas.
¿Cómo preparar el té?
El Té rojo no debe llevarse a ebullición. Se debe tapar y dejar reposar unos 5 minutos.
En la tetera:
Calentar la tetera.
Poner en la tetera una cucharada de té por taza y una más por la tetera. Tapar y dejar reposar las hojas 5 minutos sin el agua.
Añadir el agua a una temperatura de 70 -80º C sin llegar a la ebullición.
Dejar reposar
Retirar las hojas de té y servir.
En la taza:
Calentar la taza.
Poner la medida una cucharadita de postre en un colador de bola (de los de cadenita o de pinza). Cerrarlo y dejarlo en la taza.
Añadir el agua caliente sin que llegue a ebullición (70-80º C).
Dejar reposar el tiempo necesario según el tipo de té.