Las virtudes del aceite de rosa mosqueta son reconocidas por la comunidad científica (diversos estudios clínicos han puesto en evidencia sus propiedades dermatológicas).
Su principal ventaja es su capacidad de estimular la regeneración de los tejidos.
Interviene en el crecimiento celular gracias a sus famosos ácidos grasos, y actúa en profundidad.
Es nutritiva, suavizante, regeneradora y protectora.
Es eficaz para luchar contra las arrugas.
Activa la cicatrización (después de una cirugía por ejemplo),
Ayuda a hacer desaparecer las marcas de acné, las estrias, las ulceras cutáneas y para curar las quemaduras.
También ayuda en hacer bajar la hiperpigmentación de las manchas faciales.
Buen aliado en tratamientos de la rosácea, el eczema y psoriasis.
Su gran cantidad de vitamina A y E (2 poderosos antioxidantes) permite proteger las células de los ataques de radicales libres, y de esta forma prevenir el envejecimiento de los tejidos.