El aceite de Onagra es rico en ácidos grasos esenciales (ácido gammalinoleico y gammalinolénico- GLA)
Una carencia de GLA desencadena una serie de problemas como sequedad e irritaciones cutáneas, anormalidades en el hígado, alteraciones en la producción de prostaglandinas e incluso problemas de crecimiento en niños.
Reduce los niveles de colesterol, regula los sintomas de la menopausa, detiene problemas de artritis y artrosis al inhibir los procesos inflamatorios, mejora el sistema inmune.
Además, la onagra tiene efectos reguladores sobre los niveles de estrógenos, progesterona, prolactina y prostaglandinas, lo que hace del aceite de onagra un gran aliado para combatir los síntomas pre-menstruales: (retención de líquidos, irritabilidad, dolores abdominales).
El GLA se encuentra de forma natural en los triglicéridos que forman los aceites vegetales, en verduras y en algunos frutos secos; sin embargo, una de las mejores fuentes es la semilla de onagra.
La necesidad de un aporte suplementario de aceite de onagra aumenta cada día en la sociedad moderna; donde la ingesta de verduras, hortalizas y aceites insaturados es cada vez menor.
La cantidad habitual de GLA en el aceite de onagra es de un 9%, pero calidades superiores llegan hasta el 10%. La incorporación a la fórmula de vitamina E, tocoferol, es como antioxidante celular y para proteger el aceite del enranciamiento, de esta forma asegurando el buen estado del aceite.
Modo de empleo: 1-2g de aceite de onagra al día, repartidos en dos tomas, con comidas.
Bote 100 perlas