El reishi es un hongo de origen oriental. En China se lleva usando desde la antigüedad como un “alimento de características muy saludables”, y “energía de la vida”.
Físicamente, se trata de un hongo en forma de sombrero, de color pardo-rojizo
Sus comprobadas propiedades se centran en cinco:
Acción antialérgica, por su contenido en triterpenos, ácido oleico (aparentemente inhibidor de la histamina) y polipéptidos de estructura similar a las inmunoglobulinas.
Antiinflamatoria, gracias a los beta-glucanos, de efecto similar a los esteroides, pero sin los marcados efectos secundarios.
Neuromuscular, se debe a su contenido en adenosina y uridina, componentes de los ácidos nucleicos. Los ácidos nucleicos son esenciales para el desarrollo y funcionamiento celular, principal problema en enfermedades degenerativas como debilidad muscular, atrofias, miótica, distrofia muscular. Diversos estudios en China y Japón han demostrado un efecto beneficioso en personas de la tercera edad con estas enfermedades, pero siempre a medio-largo plazo.
Cardiotónica, esta acción se debe a los esteroles y triterpenos que contiene, que ayudan a reducir el nivel de colesterol en sangre y la tensión arterial.
Hepatoprotectora, la ingesta de Rishi ayuda a reducir la acumulación de ácidos grasos y transaminasas en el hígado, lo que ayuda a protegerlo.
Modo de empleo: Tomar 2-3 cápsulas dos veces al día.